“Tomé a un niño de la mano
para guiarlo en su camino.
Le hablé del amor de Dios
y le enseñé cómo rezar.
Y mientras buscaba la mejor forma de ser su guía y su ayuda,
me di cuenta, mientras caminábamos de la mano,
que era él quien me guiaba...”
(Lewis, en el set sueco del rodaje. Fuente: subcin.com)
“The Day the Clown Cried” (El día que el payaso lloró, basado en el libro homónimo de Joan O´Brien) es un filme inconcluso dirigido y estelarizado por Jerry Lewis en 1972.
En él, Lewis da vida a Helmut Doork, un viejo payaso alemán que, despedido del circo y detenido por la GESTAPO, termina sus días en un campo de concentración nazi.
Su perturbación se agrava con la llegada al campo de multitudes de niños. Pero, a pesar de la tragedia y, sobre todo, para demostrarse a sí mismo que conserva íntegro su corazón de payaso, logrará transmitir a los pequeños toda la serenidad del mundo por encima del exterminio y mantenerlos ignorantes de su suerte con la única caricia de la risa y la diversión.
Muestra, una más, que cuando se gobierna con el arma del miedo, la risa es el sonido más estremecedor del mundo…
1 comentario:
Esa sensación al estar con un niño es fantástica! y real como la vida misma!
Gracias por tan bellos versos!!
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